Al conseguir nuestros primeros capullos a muchos se nos plantea la misma duda. ¿Debemos abrirlo para facilitarle la salida? ¿Si lo abrimos le haremos daño? ¿Cómo lo abrimos?

Bien, según mi experiencia, no es imprescindible abrirlos, de echo pienso que salen igual de bien. La mayoría de mariposas nocturnas tejen un capullo para protegerse y están perfectamente preparadas para salir de él cuando están listas. Para ello secretan una sustancia por la boca que deshace los hilos de seda y se desliza por el agujero que crea.
Las nuestras, las domesticas, hacen exactamente lo mismo, no hay ninguna razón para que no lo hagan, quizas alguna no lo consiga pero no es lo normal.

Por lo tanto, dejándolos cerrados nos ahorramos el esfuerzo y el tiempo; además la pupa puede conservar perfectamente la humedad, ya que son sensibles a deshidratación durante el proceso.

Cómo abrir un capullo

Abriendo un capullo de Samia ricini

Sin embargo, en algunas ocasiones, nos es muy útil saber cómo abrirlos. Por ejemplo, para poder cerciorarnos de que la pupa sigue viva cuando tardan demasiado en salir. O cuando queremos determinar el sexo de la mariposa.

Si definitivamente vamos a abrirlos es muy importante saber que hay que esperar al menos una semana desde que la oruga termina que hacer el capullo porque es lo que tarda en convertirse en pupa. Si lo abrimos demasiado pronto nos encontraremos todavía a la oruga que se mueve y podrá salir del capullo e incluso dañarse.

Os dejo un vídeo para que veáis el proceso, es muy sencillo: